EDUCAR, LO MÁS BELLO

Educar es lo más bello, es compartir, ser flexible, tener criterio, es arduo, es preocuparse, pensar, disgustarse, es tiempo y tiempo, es querer, es llorar, es ilusionarse y aplaudir. Es vida, pura vida.
Cuando educamos no cabe la permisividad ni la indiferencia, ni el mirar hacia otro lado para no discutir, para no complicarnos. Los hijos necesitan que los padres actuen como figuras de autoridad, que les dirijan inculcándoles valores y normas de convivencia.